Si entras.... deja tu huella. Gracias!

lunes, 30 de julio de 2007

Contigo

Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá.
Yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado con ganas de llorar.

Yo no quiero vecinas con pucheros.
Yo no quiero sembrar ni compartir.
Yo quiero catorce de frebrero,
ni cumpleaños feliz.

Yo no quiero cargar con tus maletas.
Yo no quiero que elijas mi champú.
Yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta, brindar a tu salud.

Yo no quiero domingo por la tarde.
Yo no quiero columpio en el jardín.
lo que yo quiero corazón cobarde,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres,
porque el amor cuando no muere mata,
porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana,
nunca supe llegar a fin de mes.
Yo no quiero comerme una manzana,
dos veces por semana, sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero,
yo no quiero besar tu cicatriz.
Yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin ti.

No me esperes a las doce en el juzgado.
No me digas volvamos a empezar.

Yo no quiero ni libre ni ocupado
ni carne ni pecado ni orgullo ni piedad.
Yo no quiero saber porqué lo hiciste
lo que yo quiero muchacha de ojos trites,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres,
porque el amor cuando no muere mata,
porque amores que matan nunca mueren

Joaquin Sabina

jueves, 12 de julio de 2007

La niña santa

"....Teníamos catorce o quince años. El mundo tenía la medida exacta de nuestras pasiones. La intensidad de las ideas religiosas y el deseo sexual nos hacía voraces. Éramos implacables en nuestros planes secretos. Alrededor la vida se desnudaba, más rápido que nosotras en su basta complejidad. Estábamos alerta porque teníamos una misión santa, pero no sabíamos cuál era. Cada casa, cada pasillo, cada habitación, cada gesto, cada palabra, necesitaba de nuestra vigilia. El mundo era monstruosamente bello..."

Lucrecia Martel