Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no.
Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.
Así es -suspiró el coronel-. La vida es la cosa mejor que se ha inventado.
A menudo, los labios más urgentes, no tienen prisa dos besos después.
Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal.
Si entras.... deja tu huella. Gracias!
jueves, 12 de abril de 2007
Para pensar
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